Lo que hay. Objeto, materia y lo cotidiano en tiempos de precariedad, exposición colectiva de los artistas Alberto Ardid, Julio Catalán, Mar Ramón, Estéfana Román en la fundación Laxeiro de Vigo. La muestra podrá visitarse desde el 25 de octubre al 3 de marzo.
Lo que hay. Objeto, materia y lo cotidiano en tiempos de precariedad, exposición colectiva de los artistas Alberto Ardid, Julio Catalán, Mar Ramón, Estéfana Román en Vigo
La Fundación Laxeiro presenta el primer proyecto realizado en el marco del acuerdo de colaboración firmado con la Universidad de Vigo, que posibilitará un proyecto expositivo anual, realizado por artistas y comisarios/as vinculados a la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra.
Alberto Ardid (Vigo, 1986), Julio Catalán (Lugo, 1995), Mar Ramón (Valencia, 1993) y Estéfana Román (Vigo, 2000) muestran trabajos en los que los objetos ocupan el espacio expositivo, principalmente en forma de instalación y de escultura, mediante estrategias de cambio de contexto y reutilización, para proponer otras miradas, críticas y con cierta ironía, desde las que articular nuevas formas de acometer la creación artística.
La dialéctica de creación-destrucción-recuperación es quizás el elemento unificador de toda la exposición, desde la serie Líneas temporales de Mar Ramón que, en palabras de la artista, conforma un diario objetual de pequeños momentos cotidianos, los diversos materiales encontrados de Julio Catalán, con los que resitúa la relación con el territorio, la reflexión sobre los elementos expositivos de Alberto Ardid o las extrañas piezas introspectivas de Estéfana Román, el conjunto de la exposición nos lleva a terrenos que se sitúan en la periferia de lo que desde los cánones tradicionales se entiende como obra de arte.
Lo que hay reflexiona sobre la práctica artística en el momento actual y propone una superación de los procesos y de las categorías convencionales, situándose en una hibridación de lenguajes, técnicas y procesos que amplía la idea de creación, partiendo de una intencionada economía de medios.
Esta economía es llevada también a la formulación del montaje, que prescinde de elementos propios de la museografía -o en algún caso los integra como parte de una obra- en un ejercicio de ocupación del espacio sin solución de continuidad y también de cuestionamiento de las retóricas expositivas tradicionales.
Mediante estos recursos de mínimos, la idea de instalación toma el lugar para ofrecer una lectura en la que la individualidad de cada pieza queda al servicio de la lectura de la exposición en su conjunto y parece cuestionar otra de las categorías convencionales del arte, como es la idea de autoría.
ARTISTAS
ALBERTO ARDID (Vigo, 1986)
Ardid trabaja en la frontera entre lo visual y lo objetual, elaborando una obra en la que le interesa jugar con ideas contrapuestas, siempre desde la reutilización de materiales industriales, de construcción, con frecuencia encontrados, con los que adopta estrategias de cambio de contexto para provocar nuevos significados.
JULIO CATALÁN (Lugo,1995)
Su trabajo reflexiona sobre el significado de las relaciones de los objetos y quien los utiliza. Las marcas, las huellas y su deterioro en la relación utilitaria y también en la relación con el paso del tiempo. Debido a esta línea de trabajo, el artista funciona con frecuencia como un arqueólogo que recoge muestras y las presenta, a veces intervenidas, a veces no, como objetos artísticos a partir de los que comprender los múltiples sentidos de nuestra existencia en un territorio concreto y nuestra interacción con los objetos que lo habitan.
MAR RAMÓN (Valencia, 1993)
Su obra es una reflexión sobre la intimidad, la protección y la idea de morada en su doble acepción como refugio y como cárcel. El cuerpo humano es una referencia en casi todo su trabajo, a partir del que trata la idea de persona, alejada de los estereotipos binarios de género. La idea de reliquia, de tesoro o de vestigio es también un punto de partida para ahondar en esa idea de persona, a veces con referencias autobiográficas.
ESTÉFANA ROMÁN (Vigo, 2000)
Su trabajo nace de la experimentación y la intuición, puestas en práctica a partir de la tarea manual en la que el proceso adquiere gran importancia. El resultado es una obra introspectiva que funciona como un mecanismo de auto conocimiento, a través de las propiedades de los materiales y su posición como elementos de un orden mayor en el que pueden armonizar o contrastar.