La muestra Lucía Vallejo. Eternidad ¿Imágenes para siempre? presenta una quincena de obras que aúnan lo abstracto y lo figurativo, el arte clásico y el contemporáneo, proponiendo al espectador una experiencia estética que trasciende la materialidad de las obras.
Su obra está vinculada al movimiento de la descomposición de la pintura, en la que esta se expande y libera la materialidad del lienzo recuperando así el potencial expresivo de su naturaleza como tejido. La pintura deja su condición bidimensional para convertirse en un objeto de tres dimensiones. Empezó rasgando las telas y en poco tiempo pasó a plegarlas y retorcerlas esculpiendo el vacío para posteriormente realizar instalaciones.