En La pasión de Yerma volvemos a profundizar, esta vez de la mano de María León, en los conflictos que ya apuntara Lorca, nos adentramos en la tensión entre deseo y moralidad, maternidad y muerte, género y poder, pero lo hacemos desde la libertad que nos ofrece una visión contemporánea. Del mismo modo que la maternidad no puede hoy día ser entendida como en el siglo pasado, en esta nueva versión del clásico nos planteamos los diferentes motivos que pueden llevar a estos personajes a desencadenar la tragedia porque, como ya demostrara en su día García Lorca, ni la honra más firme es capaz de sujetar las pasiones.
SOBRE MARÍA LEÓN
María León nació en Sevilla en 1984. El éxito le llega de la mano de Benito Zambrano con el personaje de Pepita en La voz Dormida (2011), por el que recibe La Concha de Plata a la Mejor Actriz en El Festival de San Sebastián, el Goya a la Mejor actriz revelación y el premio a la mejor protagonista de Cine de la Unión de Actores entre otros. Su imparable carrera en cine continúa con Carmina o revienta (2012) dirigida por Paco León y por Marsella (2014), donde trabaja bajo las órdenes de Belén Macías. Por ambas películas vuelve a estar nominada a los premios Goya en la categorías de Mejor Actriz Secundaria y Mejor Actriz Protagonista respectivamente. Hay que añadir Carmina y amén (2014) de Paco León, Rey gitano (2015) de Juanma Bajo Ulloa, Los miércoles no existen (2015) de Peris Romano, Cuerpo de élite (2016) de Joaquín Mazón y El autor (2017) de Manuel Martín Cuenca. En 2018 destaca su papel en la esperada Sin Fin (2018) de los hermanos Alenda y el estreno de Escapada, de la directora novel Sarah Hirtt. Paralelamente a sus trabajos en cine María León es una de las protagonistas más queridas en la pequeña pantalla, series como Con el culo al aire o Allí abajo así lo acreditan. En 2019 hemos podido verla en la comedia Los Japón y en fase de post-producción La Lista, ambas dirigidas por Álvaro Diaz Lorenzo, además de incorporarse a la segunda temporada de La casa de las flores (2019) en Netflix.
NOTAS SOBRE YERMA
Tradicionalmente Yerma ha sido leída prestando atención a la infertilidad de su protagonista a lo que, sin duda, contribuye el carácter simbólico del nombre que su autor, Federico García Lorca, le dio a su protagonista. Yerma es, en el imaginario colectivo, “la seca”, como ella misma se autodenomina “la marchita”. Sin embargo, el poeta andaluz va a dejar claro que, pese al título, el problema no reside en la mujer sino en el marido. ¿Es el problema de Yerma un problema de infertilidad, o de pasión? “Los hombres tienen que gustar, muchacha. Han de deshacernos las trenzas y darnos de beber agua en su misma boca”, le dice la Vieja, “quizá por eso no hayas parido a tiempo” le dice. Y mientras Yerma se consume por dentro, se quema… Es, el suyo, un amor de los que duelen, un deseo de los que no se sacian, un padecimiento que sólo acaba con la muerte, como acabaron los padecimientos de Cristo en la cruz.
Teatro Principal. Del 17 al 20 de septiembre 2020