El 31 de agosto Warner Music publicó su nuevo álbum ‘Míranos’, el primer disco de Marta Soto, la cantautora
onubense que en su día deslumbró a todos con versiones mágicas de su cancionero favorito. Provista de una voz cálida y comunicativa como pocas, arropada ahora por un repertorio propio e intimista, Marta Soto está llamada a convertirse en la gran revelación del pop español.
Marta Soto en los Jueves Acústicos de MEH
Si la música no se hubiese cruzado en su camino, Marta Soto (Punta Umbría, Huelva; 1996), por hache o por be, siempre habría estado conectada a algún tipo de arte, ya sea la fotografía, la poesía o el dibujo. Al menos eso afirma con rotundidad, sincera, nvencida y sencilla. Desde pequeñita siempre había estado atraída por la música. Su
padre se la había inculcado desde la cuna. La niña Marta lo había visto coger una y otra vez la guitarra, componer, tararear, desde que era chiquitita: “Me gustaba mucho lo que hacía pero le tenía mucho respeto a la música. Yo también admiraba a otros artistas viendo cómo hacían versiones de canciones de sus artistas favoritos”.
Autodidacta y cantando siempre de manera intuitiva, Marta decidió un día dar un paso adelante. Empezó a tocar la guitarra buscando los acordes por Internet. Buscaba canciones que le gustaban del cancionero pop español de personajes como Alejandro Sanz, Manu Carrasco, Vanesa Martín, Pablo Alborán o Antonio Orozco. Así fue ensayando y aprendiendo. “Un día decidí grabarme con una cámara para colgarlo en Internet. Y volví a intentarlo por segunda vez mejorando lo anterior pero sólo para compartirlo con mis amigas. Yo le tenía mucho respeto a aquello y sabía que en Internet había un nivel altísimo. Pero lo que hice empezó a tener muchas reproducciones. Mis versiones se fueron compartiendo y compartiendo, y de repente comprobé que en Facebook se habían hecho incluso eventos de mis videos. No me lo esperaba”.
¿Pero quién es Marta Soto?
Marta había aprendido a tocar la guitarra por YouTube. “Muy al principio, le pedí a mi padre que se sentara conmigo. Él me enseñó a coger soltura con la mano izquierda para que no cogiera manías. Pero aquello me resultaba demasiado lento y básico. Yo quería ir más deprisa y no tuve paciencia; él tampoco. Entonces, cuando él se iba a
trabajar, yo cogía su guitarra a escondidas y me metía en Internet para ver cómo se tocaba esta o aquella canción. Me llevaba horas y horas hasta que conseguía que sonara algo. Así fui aprendiendo, dedicándole muchas horas”.
Un día se cruzó en el camino de Marta un músico y productor gaditano llamado Daniel Ruiz, él ha sido en gran parte el culpable de que Marta terminara sumergida a todos los niveles en la música. “Me propuso trabajar juntos pero yo no me lo había planteado hasta aquel momento. Sólo tenía 16 años y no lo concebía. Pero empezamos a hacer cosas, él en San Fernando y yo en Huelva. Un día me mandó su versión al piano de ‘Pedacito de ti’, de Antonio Orozco, una versión bastante diferente a la original. La grabé, la subí a Internet y empezó a escribirse otra historia. Ya llevamos cuatro años trabajando y conociéndonos. Tengo mucho que agradecerle a Dani”.
Pero lo que confirmó a Marta de que podía dedicarse por completo a la música fue el público en general. “El primer concierto que di fue en mi pueblo, en un bar chiquitito llamado ‘África’. Allí estaban mi familia, todos mis amigos y no cabía un alma. Ese día vi a la gente emocionarse, muchos de ellos desconocidos llorando. Entonces pensé lo
bonito que era transmitir sentimientos así. Ese fue uno de los datos que me impulsó definitivamente a plantearme lo de la música”.
Marta Soto en ‘El Hormiguero’
Pasaban las semanas y Marta seguía subiendo en Internet versiones de canciones hasta que un día surgió un hecho inesperado. “Yo había subido mi versión de ‘A que no me dejas’, del último disco de Alejandro Sanz poco tiempo después de su publicación. No era habitual que yo hiciera eso porque siempre había hecho versiones de canciones con más años de vida. Lo que jamás imaginé es que llegara a oídos del propio Alejandro, quien a su vez se puso en contacto con Dani para proponerme ir a ‘El Hormiguero’ para interpretarla. El hecho de que la viera para mí ya era increíble. El resto ni siquiera podía imaginarlo. Lo único que pensé en aquel momento fue ‘No puedo defraudarlo’.
Lo ensayé muchísimo, estuve una semana sin dormir y todo me parecía muy surrealista. Esto fue en abril de 2016 y fue un antes y después en mi vida. Creo que el día que nos encontremos Alejandro y yo, lo único que podré hacer es darle un abrazo y con ese abrazo le diré muchas más cosas”.
Tras su actuación en televisión, fueron muchísimas las ofertas que le hicieron e innumerables las llamadas… Ya por aquel entonces Marta comenzaba a componer sus propias canciones. Fue un proceso de aprendizaje muy natural, reservando un lugar a todo, a las versiones y a las canciones propias.