En el verano de 1925, el artista alemán Max Ernst inventó el frottage, una especie de dibujo semiautomático en el que, frotando con lápiz o carboncillo sobre un papel dispuesto en un material con textura, lograba efectos e imágenes inesperados y fortuitos, que surgían por azar. De esta manera creó el portfolio Historia natural, el que se muestra en esta exposición que acoge el Museu Fundación Juan March, que incluye treinta y cuatro fototipias que reproducen frottages originales de Max Ernst.
Las imágenes recogidas en este extraordinario libro de artista tienen la falsa apariencia de ilustraciones de un tratado científico. Sin embargo, el trabajo de Ernst sobre las sorprendentes texturas obtenidas de manera automática transforma el resultado en objetos, criaturas y paisajes extraños y oníricos.