Amar es un lugar (y siempre hay algo que me lo revela) es el título de la última propuesta expositiva de la artista Mayte Vieta para la Bienal de Fotografía de Olot, en el Museu de la Garrotxa. El trabajo de esta creadora multidisciplinar se inscribe en el de una generación surgida en la década de los ochenta del siglo pasado y que encuentra en la naturaleza, el hábitat –entendido como espacio emocional– y el cuerpo los motivos esenciales de su investigación.