Jaime (25 años, cantante) protagoniza la comedia dramática Mi padre, Sabina y yo . A través de las canciones del artista español narra cómo conoció a su progenitor. A caballo entre el teatro musical y el convencional, el guión se estructura en una serie de flash-backs que nos guían a través de la trama. Las letras de Sabina matizan los momentos más emotivos de la función.
Joaquín (60 años) es un mujeriego, algo canalla, sediento de vida. Experto chef con tres estrellas Michelín, su debilidad son las mujeres de todo tipo, edad y color. Tanta actividad requiere de mucha energía, que él consigue a través de las drogas y el alcohol. Un 28 de diciembre, en medio de una de sus habituales fiestas con chicas, la sorpresa golpea a su puerta. Un chaval de 25 años, Jaime, se presenta como su hijo. Joaquín lo niega pero el chaval amenaza con no irse hasta tener los resultados de la prueba de ADN. Jaime aporta como evidencia fotos de su madre, a la que Joaquín reconoce, y se instala en su casa.