Miedo es el nuevo espectáculo de Albert Pla, impregnado de gran impacto visual donde la proyección es la gran protagonista. Una idea original que llega a España tras su estreno en Buenos Aires. El texto propone un viaje íntimo por todas las etapas del hombre desde la infancia hasta más allá de la vida terrena cargado de sensaciones, emociones y sentimientos nacidos del fantasma que habita en nuestra mente, alimentado por nuestros pensamientos: el miedo.
En esta pieza de teatro musical, concierto o recital teatralizado, se invita a realizar un repaso cargado de ironía por los temores humanos cotidianos tales como el miedo a uno mismo o el temor a la muerte. Para ello, el espectáculo está muy marcado por la música y las canciones, que junto a los textos teatrales y las tecnologías vanguardistas contribuyen a la creación de un espectáculo multimedia de sorprendente belleza poética.
Mondongo está a cargo del gran dispositivo visual que potencia el marco emotivo de los temores de Pla y lo construye con una dimensión inesperada. Con proyecciones a gran escala bastante vanguardista en relación a lo que solemos ver en el teatro local, por momentos majestuosas, por momentos kitsch–, consiguen transportarnos a su propio mundo, ese que está hecho de paisajes salvajes y tramas retorcidas de plastilina. Los miedos se condensan entonces en escenografías improbables, oníricas, desmontables, fugaces. Son escenarios mentales que alternan tanto como lo hace la imaginación. Incluso el dúo de artistas, Juliana Laffitte y Manuel Mendanha, pone su propio cuerpo a disposición de los terrores del artista catalán: puede interpretar a una pareja de padres anulados en una plaza, a los músicos/saltimbanquis de una de las canciones, o convertirse en inquietantes espectros, siempre en esas gigantes pantallas, como presentes y ausentes a la vez.
El resultado es un espectáculo apabullante, que junta una serie de temores y los escupe hacia el espectador con mayor o menor delicadeza según el caso. Hay humor, hay ironía, hay perversión y una serie de emociones que se liberan a medida que encuentran en la potencia visual y musical un espacio por el cual descomprimirse. En las risas que se escuchan en la sala o en el silencio cerrado durante algunas de las más bellas canciones están sobrevolando esos miedos más vivos que nunca, y ya no se sabe si le pertenecen a Albert Pla o al público de la platea.
Viernes 26 de octubre. 21:00h. Teatro Romea. Murcia. 20€.