OTURIA. Intima Peregrinatio, espectáculo coreográfico de creación, a partir de una idea de Manuela Adamo, inspirado en las tradiciones populares pirenaicas del Valle de Basa, sobre una composición musical de Guillermo Mata, con coreografía de Alejandro Longines, basada en el trabajo de Miguel Ángel Berna.
Teatro Principal de Zaragoza
Del 11 al 14 de noviembre
El Dance es desde hace unos años un tema sobre el que Miguel Ángel Berna y Manuela Adamo están investigando para poder realizar un espectáculos, que, al margen de tener un objetivo artístico, tiene como meta principal la revalorización de este lenguaje como Patrimonio Inmaterial de Aragón.
Miguel Ángel Berna, en su trayectoria artística, cuenta con numerosas colaboraciones coreográficas que han visto protagonistas a bailarines y coreógrafos de prestigios, participar en sus espectáculos. El planteamiento de OTURIA. Intima Peregrinatio tiene como característica principal la participación de un cuerpo de baile contemporáneo así como colaboración de un coreógrafo local, Alejandro Longines, que realiza en desarrollo coreográfico del espectáculo..
Santa Orosia está presente en el concepto del espectáculo como símbolo femenino, adaptado al siglo XXi, al que se pretende rendir un homenaje. Miguel Ángel Berna toma el rol del Danzante que, en su romería –Intima Peregrinatio– realiza un recorrido, dividido en nueve escenas en el que interactúa con el cuerpo de baile. La Romería de Santa Orosia atraviesa ocho ermitas hasta llegar a la de Yebra de Basa. El cuerpo de baile va tomando diferentes roles durante el espectáculo: el recuerdo de las Espirituadas trasladado a los problemas de lo femenino en la sociedad actual y en el que se quiere rendir un homenaje, no solo al rol de la mujer del siglo XXI, sino también, a todas aquellas mujeres que durante siglos fueron acusadas de brujas, locas e histéricas cuando se atrevían a manifestar un mal que estaba más bien ligado a los problemas sociales y culturales. Estos males que se manifestaban de manera descontrolada en las sociedades subalternas.
El Danzante en su romería, acompaña con su baile y sus castañuelas esta comunidad en la que se ve reflejada su historia, teniendo en el horizonte el monte Oturia. La montaña que en su significado simbólico representa la ascensión hacia el propio conocimiento de la Santa, que representa la esperanza de una cura simbólica ligada, quizás, a los males sociales que, a pesar de ser tan diferentes a los del pasado, siguen siendo profundamente amenazadores para nuestra humanidad.
La gaita, las percusiones y los distintos instrumentos electrónicos son los protagonistas de la composición que tiene como objetivo final crear una sinergia entre instrumentos de corte tradicional y las nuevas tecnologías. La iluminación, en esta ocasión, cambia totalmente de concepto, creando una atmósfera llena de luz. Esta es precisamente la protagonista en todo el espectáculo como referencia y símbolo de la búsqueda del Danzante.