“Encuentros y desencuentros bien podría ser el título de esta exposición donde los personajes retratados han juzgado inaceptable la visión del artista, no recuerdan haber sido retratados o ha sido imposible ponerse en contacto con ellos. A la par están los cuadros mágicos del prestidigitador de la teoría de cuerdas, el espacio-tiempo discreto y las branas; el grito del hada desdoblada y la visión del Barrigüelo en el espejo, cuatro ovejas y una cabra se disponen a pasar al “otro lado”. Y su grito, agita las metálicas alas de los luciérnagos enamorados, buscando calmar a su linda princesa que, a punto de caer de nuevo en brazos de Morfeo, lleva su mano a la frente en actitud desmayada… unas contraventanas de Biasteri, Laguardia, que en más de veinte años no hallé abiertas, no se si dan a un muro o a una estancia… la mirada felina de la nueva China dispuesta a narrar su oblicua y rasgada odisea espacial.”