La exposición Non finito. El arte de lo inacabado nos invita a emprender una lectura líquida, fluida y fluctuante del arte, centrada en los procesos, los movimientos, las fracturas, las existencias menores, lo no dicho. Las nociones de obra perfecta y de obra inconclusa han estado sometidas a cambios continuos. En épocas clásicas, el inacabamiento era interpretado como una falta, pero esa distinción se hizo cada vez más porosa y la modernidad fue sintiéndose cada vez más atraída por esta condición fragmentaria, por considerarla más vivaz y auténtica, más emocionante, llena de sugerencias. Como un soplo de aire fresco.