La bailarina-bailaora Olga Pericet sube a escena La espina que quiso ser flor o la flor que soñó con ser bailaora, un viaje personal que nace de la memoria, donde lo femenino y lo masculino tienen cabida a partes iguales. Definido por sus creadoras como una serie de "escenas contemporáneas con lenguaje flamenco", el montaje le sirve a Olga para meterse en la piel de varias mujeres de distintas generaciones a través de los diferentes palos se ese arte, el flamenco.