Comedia en la que los intérpretes intentan hacer todo lo que nunca han hecho: cantar en la calle, tocar un violonchelo, atravesar una pared… Pero más allá del humor, lo que subyace en la pieza es una ácida ironía sobre el optimismo social y superficial que, a toda costa, tratan que consumamos, sin preguntarnos sobre las consecuencias reales de tan inconsciente optimismo.
Sala Ingrávida. Rúa Pérez Leirós, O Porriño.