Pablo López lo ha vuelto a hacer. ‘Mariposa’ se ha estrenado y la canción no puede hacer más justicia
a su nombre: auténtica, libre, poderosa, pura, honesta, justa.
Son muchos los adjetivos que pueden aflorar en un tema que nace en la intimidad junto al piano
y con un papel en blanco, con ganas de contar verdades y dejar fluir las emociones, y termina
siendo un canto a la vida lleno de ritmo y matices. ‘Mariposa’ es fresca y necesaria.
Uno de los significados que la RAE da a ‘Mariposa’ es el siguiente: »4. f. Luz encendida por devoción
ante una imagen o para iluminar de noche». Doce palabras que van muy ligadas a lo que Pablo López
ha plasmado en esta canción, porque ilumina y da mucho que pensar.
En un momento en el que se está tan influenciado por las redes sociales y la oleada de opiniones,
qué importante es ordenar los sentimientos y visualizar la auténtica meta, que no es otra que vivir y ser fiel a uno mismo.
Conocerse, con sus virtudes y sus defectos, caerse y levantarse, amar lo imperfecto que es lo realmente perfecto
y auténtico, quererse y disfrutar de cada momento.
Pablo López en ‘Mariposa’ se desnuda con su público y deja entrever mucho de lo que es y lo que lleva en su ADN.
»No quiero ser la mariposa, que el suelo tiene más de mí. Yo no soy de revolotear…», canta y cuenta el malagueño.
A continuación, el videoclip, con el que han conseguido que durante los 3 minutos y 20 segundos que dura
la canción tengas que mantenerte pegado a la pantalla, porque si te despistas te pierdes todo lo que quiere
contar en esta historia.