La muestra Pelayo Ortega. Tempus Fugit se compone de 17 piezas del artista asturiano creadas entre 2002 y ese mismo año en el que se vincula la obra figurativa con la tradición abstracta y vanguardista. El artista asturiano juega en su obra con el color, la naturalidad y la geometría. Pelayo Ortega capta en su obra la magia de los lugares, recreando atmósferas, sugiriendo historias en las que alterna la melancolía con la luminosidad y la estridencia. Su obra está profundamente influenciada por la literatura, la música y el cómic. Su imaginario atesora varios iconos que se repiten en sus obras como las escaleras, las sillas, las farolas o los paseantes solitarios, todos ellos símbolos emocionales, en escenarios generalmente indefinidos y abstractos.