El proyecto específico que Pep Agut presenta en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro cuestiona el espacio del arte como espacio público por excelencia, imbricando, como suele ser habitual en su práctica, el reto plástico con un posicionamiento político.
El trabajo de Pep Agut, en ocasiones enmarcado en el posconceptualismo de la década de 1990 en España, reflexiona en gran medida acerca del rol del artista, los problemas de representación y el lugar del arte. Agut, que con frecuencia se sirve de cierta ironía, manifiesta un posicionamiento crítico con respecto a la autoría y el mundo del arte. Mundo que entiende como producto de una sociedad lacrada por el espectáculo en la que el arte se ve reducido a mera mercancía económica y a una escenografía elemental que revierte en el sistema neoliberal.