Marruecos 1974. Vive y trabaja entre Francia y Marruecos.
La producción artística de Fátima Mazmouz comienza en 1998 como una manera de cuestionar su propia identidad en su complejidad, como mujer-artista de origen marroquí. Confrontando a diario su «marroquinidad» y su condición de mujer con todos los estereotipos que implica, Fátima Mazmouz tiende puentes entre la privacidad y la realidad política. La cuestión del multiculturalismo y la inmigración se convierte en el foco principal de su trabajo, en el que la reflexión se centra necesariamente sobre el cuerpo. En este sentido, en el proyecto, «Le corps pansant» (“el cuerpo pensante”), aborda cuestiones del cuerpo embarazado, el cuerpo de la madre interactuando con el concepto de patria.
“Soy de origen bereber, integrada en la cultura árabe-musulmana y crecí en la cultura judeo-cristiana, ya que he vivido en Francia. Si no integramos todas estas culturas, se trataría de una guerra civil que estalla en mí misma…”
“Poco a poco, en el progreso de mi trabajo, me pregunté sobre lo que determina los códigos culturales de una sociedad, de una cultura a través de sus actuaciones y, especialmente, a través de la recepción que podíamos hacer de ella.” Fatima Mamouz