Tras escribir durante toda la vida para él, o para alguien en algún momento dado, especial por diferentes motivos, llegó un tiempo en el que necesitó gritar cada sentimiento, y exponerlo en un formato que aglutinara el sentir, que muchas personas callan.
Presentación del libro «Desgarros» de Ángel L. Alonso
Así, el silencio del alma, se hace sonido al leer estos poemas, pues sus versos se mecen, vibrando en el interior, con un suave vaivén de armonías con diferentes resultados musicales.
BIOGRAFÍA
Nacido en 1964, junto al Mediterráneo, en la bonita ciudad de Almería, rincones de paraísos y desiertos, heredé de mi padre Francisco los valores humanos que le hicieron vivir una vida difícil, humilde y muy digna. De mi madre Dolores, los anhelos de superación. Fui criado de en el seno de una familia de seis hermanos, que por distintas razones asentaron sus vidas en otros lugares de nuestra España. Recuerdo de mis padres las largas conversaciones en la terraza de casa. Con mi padre, sobre religión, sobre los valores como el esfuerzo, la dignidad, el trabajo, la honestidad. Todo ello caló en mi crecimiento personal. Mi madre me confió sus más íntimos secretos de mujer, de esposa y de madre, que durante horas escuchaba con atención. Ella me enseñó a respetar a las mujeres, a valorarlas, me enseñó que el esfuerzo siempre tiene recompensa.
Estudié en la Sagrada Familia, en la cual la disciplina fue impartida en dosis de crueldad controlada, para proseguir mi formación como el contable que soy. Me casé joven con la mujer que siempre inspiró mi corazón, Encarna, que me ha dado dos maravillosos hijos.
Desde que mi memoria recuerda, he plasmado mis sentimientos en papel, unos en poesía, otros en narraciones, en cuentos, en artículos tanto sociales como económicos y políticos, colaborando en diarios como «Almería24h», «Globedia», «Blog de Mario Conde», «Crisiseconómica2010», etc., siempre altruistamente. Corresponsal local del diario «La Crónica de Almería» durante varios años, puse atención siempre en los problemas sociopolíticos del entorno. Todo ello se ha sustanciado en el amor a las palabras, a la expresión de las justicias e injusticias, en la necesidad de gritar, desde mi alma, todo lo que en cada momento, en cada situación, he sentido. (Vía – Cultura CyL)