La galería Antonia Puyó de Zaragoza acoge la muestra Rafael Fuster. La piel de la pintura. El título se inspira en un texto del pintor Guillermo Pérez Villalta donde escribe que, tras finalizar el trabajo para una exposición y desclavar los lienzos de los bastidores: "Cogí un lienzo para enrollarlo, mis manos lo soportaron como la flácida piel de la víctima inmolada".
La piel de la tela, desprovista de su bastidor, adquiere forma maleable, imprecisa e informe al ser arrugada. Esa semejanza entre el lienzo y la piel queda de manifiesto en las piezas de esta serie que, como en anteriores trabajos, guardan una relación indivisible entre pintura y escultura.