Berlín, 1919. Otto, el flautista, llega a la ciudad después de combatir en la Primera Guerra Mundial con un encargo: matar a todas las ratas de la ciudad. Allí conoce a Sylvia, una florista ‘pequeñoburguesa’. Dos personas que han perdido la capacidad de amar se encuentran y conectan. Pero el flautista debe matar a las ratas, y la florista es una de ellas. Sylvia necesita sobrevivir y logra que Otto cambie de objetivo. Y Otto no la mata a ella, no mata a las ratas, Otto mata a todos los hijos del poder, los lleva al río y los niños se ahogan. Y después, se va.
Tres personajes en escena, tres lenguajes.