Una fascinante y sorprendente versión del clásico de Moliére realizado con grifos que interpretan los diferentes personajes se estrenó en el año 2000 y se repone ahora después de recorrer más de 25 países y ganar una lista larga de premios por todo el mundo.
Un avaro contado por grifos en el Bergidum
Un éxito internacional en el que los protagonistas del clásico son grifos y el oro es agua. El avaro es una comedia, evidentemente, pero por este motivo también es una dura crítica mucho menos inocente de lo que a priori podemos creer. Lo que se hace en esta adaptación para títeres y objetos es recortar algunos personajes y algunas tramas secundarias y centrarse en el eje principal: la avaricia. Un pequeño detalle: aquí el oro no tiene ningún valor porque los personajes, todos, son grifos, tubos, y objetos de agua en general, y la riqueza que anhela de manera enfermiza Harpagon, el agua…
La crítica se ha volcado en elogios: “el espectáculo se convierte en una fiesta, un prodigio de gracia y de sutileza, un enorme festín para los espectadores” (El Norte de Castilla); “el montaje superó todo lo previsible en cuanto a la animación, intensidad dramática, fantasía, sentimientos, ritmo escénico, complicidad con el público” (El Adelantado de Segovia); “Nunca hubiera creído que unos grifos eran capaces de interpretar. Una versión de El Avaro impecable, que sintetiza y revisa el original, pero que lo respeta” (Diari de Balears). Espectáculo recomendado para mayores de 8 años. (Vía – Teatro Bergidum)