El texto fue escrito en 1997 por Raúl Hernández, cuya obra ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Calderón y el Lope de Vega. La obra toma, renovándolos, procedimientos formales de la tragedia griega, al tiempo que su temática acude al legado mitológico clásico. Hipólito y Fedra son dos personajes de un especial atractivo, con una riqueza de matices y contemporaneidad más allá de lo habitual en la tragedia griega. Son muchos los autores que han abordado este inquietante mito: Eurípides, Séneca, Racine, Unamuno, Marina Tsvietaieva, Sara Khane.
La propuesta escénica reduce los personajes del relato clásico a sus protagonistas, Fedra e Hipólito. El personaje de Teseo se vive como ausente y el resto es incorporado por el Coro formado por cinco actores también amplifica y convierte en real el miedo, la angustia, el deseo que atraviesan la conciencia de la protagonista. El coro personifica por una parte los otros personajes que intervienen en la acción, acompañando la peripecia de Hipólito, y por otra, en el caso de Fedra, es una voz que comenta y vive con ella su trayectoria, esta vez más íntima. De alguna manera es una exteriorización de la psique de la protagonista. Cumple una doble función, entonces, y además diferenciada para cada uno de los dos personajes que intervienen en la tragedia.
Fedra Marga Reyes
Hipólito David Montero
Coro Ángela García, Paqui Romero, Helena Rebenaque, Elisa Villalba, Sarah Calvo
Dramaturgia Raúl Hernández Garrido
Coreografía: Juana Casado
Distribución Masé Moreno
Producción y coordinación. Ángela Gentil
Lugar: Teatro Romano de Málaga
Calle Alcazabilla, s/n, 29015, Málaga