Una evolución en cuanto a la temática de las letras, sin perder su ADN, con más contundencia en las guitarras, riffs espléndidos, arreglos sorprendentes, con inclusiones de trombón, y alguna pincelada de ska o funk, fundiéndose con el rock más cáustico y directo.
La voz de Javier Die sigue impoluta, sin perder ni un ápice de su personalidad singular. Fue su aptitud irreverente y su manera de entender el rock, lo que les confirió su etiqueta de «referentes».
Respetados y odiados a partes iguales, se han labrado un insólito prestigio, a base de esfuerzo e ideas claras.
Lugar: Novo Marrucho
Rúa Percibilleira 40, Baiona