La exposición Sorolla en Jávea reúne una veintena de obras procedentes del Museo Sorolla y pintadas en varias de sus campañas pictóricas, sobre todo en la de 1905, en momento de madurez creativa al que pertenece, también, Rocas de Jávea y el bote blanco, de la colección Carmen Thyssen. Profundamente atraído y emocionado por cuanto le rodeaba, Sorolla experimentó y evolucionó hacia nuevas propuestas plásticas ante las costas de una Jávea «sublime, inmensa, lo mejor que conozco para pintar».