Tras pasar varios meses en la cárcel, Carolina cumple servicios de trabajos sociales limpiando teatros. Su marido Mauri, un empresario, sigue dentro.
‘Antes muerta que convicta’
Carolina dejó su pueblo de Huelva para triunfar en Madrid, aunque con una meta muy diferente: Casarse con un hombre rico. Una vez conseguido y tras un breve matrimonio, su vida da un vuelco y ambos se ven en la cárcel. Cuando ella es puesta en libertad y también se ve libre de la vigilancia de Mauri, se plantea su verdadero objetivo: entrar en un concurso de la tele. Más motivada que nunca se presenta al casting.
Siguiendo en la línea de la exitosa “Mejor Viuda Que Mal Casada”, la función lleva un ritmo trepidante de gags, reflexiones absurdas y situaciones disparatadas que provocan el momento perfecto para desmenuzar con humor la vida en pareja y sus complicaciones, las eternas diferencias entre hombres y mujeres que suelen ser motivo de trifulca, la importancia de luchar por los sueños y las neuras que todos vivimos en el día a día, demostrando que no tomándonos tan en serio y sabiendo reírnos de nosotros mismos, la vida es un puro chiste.
Con la colaboración del cómico Salomón (Paramount Comedy, Corta el Cable Rojo…), y de la actriz y directora Pepa Rus (Aída, Gym Tony, Lifting, Microteatro…), Beatriz consigue un monólogo vertiginoso a golpe de gags, imitaciones, chistes e inesperados flashes musicales, y sobre todo, muchas carcajadas.