Viernes 26 febrero 2016 – 20:00 – Sala Sinfónica, entradas: 7 / 13 / 19 / 24 / 29 €.
Orquesta Nacional de España – Maxim Emelyanychev, director – Saleem Ashkar, piano
Piotr Ilich Chaikovski (1840-1893) Concierto para piano y orquesta n.º 1 en si bemol menor, op. 23
John Adams (1947) Harmonielehre
La ONE, uno de los grupos punteros en cuanto a actividades y programación en España, y cuya historia está indisolublemente unida a la historia musical española en el siglo XX, visita el CCMD como orquesta invitada. La dirigirá Maxim Emelyanychev , que a sus 27 años casi puede decirse que es un hombre del Renacimiento, tal es el número de disciplinas en las que sobresale. Nacido en Dzerzhinsk, en su formación destacan sus estudios de piano, dirección de orquesta con el gran Gennadi Rojdestvenski e instrumentos de teclado históricos, área en la que ha recibido varios premios por sus interpretaciones al clavicordio (2010, concursos de Brugues o Moscú). Ha dirigido ya a varias orquestas de renombre, como la Orquesta Arpeggione o la Orquesta de Cámara de Rusia.
Menos multidisciplinar pero igual de interesante es la carrera de pianista israelí Saleem Ashkar, que precisamente hizo su debut a los 17 años con la obra que va a interpretar aquí, el Concierto para piano n.º 1 de Chaikovski, entonces nada menos que con Zubin Mehta en el podio. Después de aquello llegarían colaboraciones con grupos de primer nivel, como la Filarmónica de Viena o la Gewandhaus de Leipzig.
Ashkar vuelve a enfrentarse a una obra que por ser favorita del gran público siempre es difícil de sacar adelante, y no solo por su extrema dificultad. Estrenada en 1875 en Boston, su primera versión fue repudiada por el compositor y gran virtuoso Nikolái Rubinstein, opinión que cambiaría tiempo después para convertir esta obra en su particular caballo de batalla y cosechar con ella innumerables ovaciones.
Harmonielehre [Estudio de Armonía] es una obra de John Adams compuesta en 1985 y que ocupará la segunda parte del concierto. Envuelta en un ambiente de ensoñación y repleta de referencias a otros compositores, se trata de una obra tan ecléctica e inesperada en su técnica compositiva como coherente dentro de su multiplicidad de tonos, ambientes y variadas influencias (surrealismo, minimalismo). Se articula en una especie de gran arco sinfónico que retrotrae a métodos formales de otras épocas pero que a la vez se evitan conscientemente.