TEMPORADA OSCYL 13 2017-2018 TURNO 2
OSCyL
Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Jesús López Cobos, director
Chano Domínguez, piano
Chano Domínguez (1960), arreglos con orquesta
Alan Hovhaness (1911-2000), Sinfonía n.º 2, «La montaña misteriosa»
Aaron Copland (1900-1990), Rodeo
El número 13 es sin duda el concierto más original de toda la temporada, porque a la selección de obras poco habituales (todas relacionadas con la música popular) se suma la presencia del gran músico Chano Domínguez, el buque insignia del jazz en España, que interpretará arreglos con orquesta. Creador de imaginación sin límites a la hora de fusionar estilos, no es de extrañar que su perpetua inquietud lo haya llevado a colaborar con artistas de todo tipo y nacionalidad, aunque su corazón flamenco haya guiado en gran medida sus incursiones en distintos géneros musicales.
La inquietud de Chano Domínguez puede compararse, en otros parámetros, con la flexibilidad de Jesús López Cobos. En el recuerdo de los aficionados permanecen sus fantásticas interpretaciones del repertorio sinfónico en todo su esplendor (Mundoclasico.com: «Técnicamente la interpretación [de la Sinfonía alpina de Strauss] resultó sobresaliente (…) Cobos se las ingenió para que todo sonara con claridad»); pero también es capaz de abordar en este Programa 13 algo tan radicalmente distinto como el crossover y un par de obras en las que hay que saber poner de manifiesto la esencia popular, y a la vez ser hábil para ubicarla en un contexto ajeno a su origen.
El compositor estadounidense Alan Hovhaness compuso cerca de 60 sinfonías, de las que la más conocida es «La montaña misteriosa». Obra imbuida del misticismo minimalista y de la tradición armenia, fue grabada por el compositor John Williams y la Orquesta Sinfónica de Londres en 1997, lo que reavivó su interés. Por su parte, el ballet Rodeo de Aaron Copland también emplea música tradicional, en este caso la americana, hasta tal punto de que existen canciones transcritas exactamente tal y como podían escucharse en otras épocas, como es el caso de la conocida Bonyparte, que el compositor de Brooklyn aquí tituló Hoe-Down.