TEMPORADA OSCYL 18 2017-2018 TURNO 2
OSCyL
Orquesta Sinfónica de Castilla y León
Jesús López Cobos, director
Javier Perianes, piano
Joseph Haydn (1732-1809): Sinfonía n.º 26 en re menor, «Lamentatione»
Johannes Brahms (1833-1897): Variaciones sobre un tema de Haydn, op. 56
Johannes Brahms: Concierto para piano n.º 1 en re menor, op. 15
Los programas de abono 18 y 19 tendrán a Brahms como gran protagonista. En el n.º 18, muy oportunamente se incluye una obra de Haydn compuesta en el fogoso estilo Sturm und Drang antes de la interpretación de las Variaciones que Brahms ideó sobre un tema del autor austrohúngaro (aunque existen ciertas sospechas de que en realidad la melodía partió del fabricante de pianos Ignaz Pleyel), con lo que los vasos comunicantes entre Clasicismo y Romanticismo se muestran en todo sus esplendor. Por su parte, el Concierto para piano n.º 1 es una obra mucho más combativa y extrema: su no siempre amable relación entre orquesta y piano producen una estimulante agitación.
López Cobos y Perianes han trabajado mucho juntos, y de momento ya han legado la interpretación y grabación en DVD de los cinco conciertos para piano de Beethoven con la OSCyL. Así pues, esta nueva «gran colaboración» se prevé fructífera, máxime cuando ambos artistas siguen obteniendo críticas entusiastas allá donde actúan. De una intervención del pianista en la Semana de la Música de Medina del Campo (2016), por ejemplo, la revista Codalario ha publicado: «Perianes desde el piano fue ese intérprete capaz de equilibrar durante toda la obra su relación con las cuerdas (…) lo que condujo a múltiples efectos de color y densidad sonora».
Del director emérito de la OSCyL, Jesús López Cobos, queda poco por decir. Alumno del mítico Hans Swarowsky, ha sido director de la Ópera de Berlín, Orquesta Nacional de España, Orquesta Sinfónica de Cincinnati, Orquesta de Cámara de Lausana y Teatro Real. Se trata de un maestro apreciado por los músicos y querido por el público, y concretamente su Brahms, además, despierta gran admiración. Así, ABC habla, en una crítica de su Réquiem alemán en Córdoba, de «lección magistral de cómo hacer música desde la humildad de los grandes».