Eliahu Inbal, director
Stefan Schilli, oboe
Richard Strauss (1864-1949)
Concierto para oboe y pequeña orquesta en re mayor, op. 144
Anton Bruckner (1824-1896)
Sinfonía n.º 7 en mi mayor
Estrenado por Volkmar Andreae en 1946 en el exilio suizo de Strauss, el Concierto para oboees fruto del encargo de un soldado que después sería oboísta principal durante treinta años en la Orquesta de Filadelfia: John de Lancie, que había visitado la casa de Strauss en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. En esta interpretación con la OSCyL el solista será Stefan Schilli, ganador de importantísimos premios, como el del concurso “Primavera de Praga”, el ARC o el “Hermanos Busch”. Ha trabajado con directores como Colin Davis, Mariss Jansons o Franz Welser-Möst, y además es profesor en el Mozarteum de Salzburgo.
Es difícil presentar una vez más a Eliahu Inbal, un director cuya actividad y número de grabaciones (integrales de Mahler, Bruckner, Ravel y Shostakóvich, así como ciclos de Richard Strauss, Bartók, Stravinski y Dvořák) lo presentan por sí mismos. Sus interpretaciones con la OSCyL han supuesto éxitos rotundos tanto de crítica como de público. En la temporada 2015-2016, Inbal fue nombrado principal director invitado de la OSCyL, lo que ya está dando sus frutos en un alto número de colaboraciones. De hecho, en esa temporada la crítica ya le dedicó comentarios muy laudatorios, como por ejemplo: “Lo que más me asombró de tan comunicativa interpretación de la Undécima fue un detalle precisamente constructivo: la magistral gradación de fortes que podrían haber sonado similares al encontrarse en puntos distantes, y que Inbal fue capaz de caracterizar pormenorizadamente” (Mundoclásico, a propósito de su interpretación de la Sinfonía n.º 11de Shostakóvich).
La Sinfonía n.º 7 es probablemente la obra de Bruckner cuyas maravillosas melodías llegan al público con más facilidad, especialmente en uno de los adagios más sublimes que jamás se han compuesto. Sin la redondez estructural de otras sinfonías del compositor austriaco, como la Cuarta, Quinta u Octava, la Séptima sin embargo es de las más apreciadas y programadas, ya que su moderada extensión hace que se pueda combinar con otras obras en una sola sesión musical, como ocurre en este caso.