Tempus fugit: el tiempo huye. Este conocido adagio latino fue entresacado de una composición del antiguo poeta Virgilio, divulgándose desde ese momento como máxima fundamental de la fugacidad del tiempo. En esta muestra del Museo Nacional de Arte Romano se han representado las diversas facetas que comportaban el paso del tiempo en la antigua ciudad de Mérida, con especial atención a la época romana, pero con alusiones a periodos posteriores.
Desde un punto de vista temático, la muestra se divide en cinco partes: la primera se centra en la dimensión mítica del tiempo; la segunda aborda la división del tiempo; la tercera parte afronta el tiempo de la persona; la cuarta parte expone las formas de medir el tiempo en otras culturas posteriores a la romanidad; la quinta, y última parte, encara la interesante cuestión del tiempo en la arqueología.