Las Visitas al Cubo del Revellín de Logroño, son unas de las más concurridas por turistas y residentes .
El Cubo del Revellín y sus murallas son un monumento con especial importancia en la historia de nuestra ciudad. Descubre el papel de este enclave durante el “Sitio de Logroño”, se pueden observar el Cubo (torre de flanqueo), el foso, el puente y la Puerta del Camino, que está rematada por el escudo de Carlos V, y, a ambos lados del mismo, el escudo de Logroño.
Entrada gratuita. Posibilidad de visita libre o guiada, bajo reserva, en el 941 503 116 o en [email protected] o en el cubo
Visitas al Cubo del Revellín de Logroño. Horarios y días:
- Miércoles de 10:00 a 13:00 h.
- Jueves y viernes de 10:00 a 13:00 h. y de 17:00 a 20:00 h.
- Sábados de 11:00 a 14:00 h. y de 17:00 a 20:00 h.
- Domingos de 11:00 a 14:00 h.
HORARIOS ESPECIALES NAVIDAD
Del 21 de diciembre al 3 de enero: martes, miércoles, sábado y domingo de 11:00 a 14:00 h. y de 17:00 a 20:00 h.. Miércoles 6 de enero cerrado.
El espacio cumple todas las normativas y protocolos en materia de Covid – 19.
HISTORIA del Cubo del Revellín
El Cubo del Revellín está ubicado en la esquina noroccidental del recinto fortificado de Logroño, la ciudad que, a comienzos del siglo XVI, constituía la principal plaza fuerte castellana en la frontera con Navarra. Fue construido entre los años 1522 y 1524 bajo la dirección del maestro cantero Lope de Insturizaga y financiado a través de la exención de determinados impuestos por el emperador Carlos V, quien recompensaría de esta manera la resistencia ofrecida por los logroñeses ante el asalto del ejército franconavarro en 1521.
Su tipología es la de un cubo artillero, cuya defensa se articulaba alrededor de una triple plataforma formada por la combinación de un adarve y dos galerías de tiro con troneras, la superior sin techumbre permanente y la inferior bajo bóveda plana, destinadas ambas a hostigar a los asaltantes del foso. Sus instalaciones se complementaban con la adyacente Casa de la Artillería, el edificio donde se almacenaban municiones y pertrechos militares de toda índole.
Con el paso de los siglos, las murallas de Logroño sufrieron un alto grado de degradación, de manera que la actual estructura urbana de la ciudad apenas conserva algunos restos aislados de ella. Sin duda los más representativos e interesantes corresponden con los paramentos de muralla que se alinean frente al curso del Ebro, la imponente presencia de nuestro cubo artillero y la adyacente Puerta del Camino, ornamentada con los escudos del emperador Carlos V y de la ciudad.
La insólita preservación del Cubo y de la Puerta del Camino no sólo es la consecuencia de su solidez constructiva, muy superior a la del resto del antiguo recinto fortificado, sino que está relacionada con los factores que guiaron el desarrollo urbanístico de la ciudad en el siglo XIX. Al permanecer esta zona periférica bajo jurisdicción militar, los principales ejes de expansión urbana sortearon las dotaciones allí ubicadas, que se vieron así libres de la frenética acción constructiva que vivió el Logroño del cambio de siglo.
Su fisonomía actual es la consecuencia del proyecto de rehabilitación que fue llevado a cabo por el Ayuntamiento de Logroño en el año 2006.