Exposición que se basa en el autoconocimiento. En el estar consigo mismo. De darnos cuenta que existe algo que se escapa de las manos, y que nuestros cuerpos no consiguen abarcar, ni nuestras mentes controlar. Asumir la posibilidad de la fractura, que debe mostrarse en lugar de ocultarse, transformando nuestras experiencias dolorosas en algo bello, que forma parte del proceso de vivir. De vivir plenamente el ahora, el presente. Hallando la belleza en la historia que llevamos dentro y en nuestras imperfecciones. Hasta el 29 de septiembre en el Patio de La Gota de Leche.