Tomando como base dramática el best seller de Robert Graves, Yo, Claudio (y Claudio el Dios) es un gran espectáculo operístico que utiliza elementos contemporáneos como el videomapping o los flashbacks para contarnos siete décadas de la historia romana a través de más de 60 personajes, eso sí, condensadas en tres capítulos: Livia, Calígula y Claudio el Dios. Una escenografía minimalista potenciada por unos cuidados símbolos de poder que acerca esta célebre obra a los espectadores del siglo XXI como nunca antes se había hecho.