El Triple concierto, Op.56 de Ludwig van Beethoven, considerado como una de sus obras menores, es un interesante ensayo estilístico que recuerda al concerto grosso barroco en el que los instrumentos de la orquesta se desgajan del conjunto en algún momento para dialogar con el resto de la formación instrumental. Éste derivó durante la última mitad del siglo XVIII en la forma «sinfonía concertante» con unos resultados excelentes tanto en Mozart como en Haydn. No comparable en unidad orgánica con las experiencias de estos maestros, esta obra ha tenido una desigual consideración por parte de músicos, intérpretes y crítica.