De la familia de los Gabrieles de Santander y criado escuchando a José Monge Cruz, Camarón de la Isla, a David Barrull (Santander, 1.986), mediador social de la asociación «Gitanos de Hoy» y cantante de flamenquísimo eco le conocimos en la segunda edición (septiembre-diciembre de 2.013) del concurso televisivo La Voz, del que se alzó vencedor. La historia parece sacada de un cuento de hadas: «Un familiar me animó a participar en el concurso. Me inscribí, envié una grabación y poco a poco fui pasando pruebas hasta llegar a las populares audiciones a ciegas». Y el resto es historia. Su mentora en el programa (o coach en el argot), Malú, tuvo buen ojo (y oído) nada más escucharle. Su quejío la cautivó. Vió en él a uno de los suyos, una voz privilegiada para el arte flamenco. Y es que Malú de esto algo sabe. Hija de Pepe de Lucía y sobrina de Paco de Lucía el arte le viene de cuna. La misma que alumbró a los genios de Algeciras cuando chiquitos eran y así se hacían llamar. Tanto en «Quién», composición que David interpretó junto a Pablo Alborán como en «Como las alas al viento», popularizada por Rocío Jurado, la voz sobrecogedora de Barrull, plena de facultades y sentimiento, la conmovió. Y, por ende, a todos los televidentes. Virtudes que el artista cántabro se ha encargado de confirmar en este debut discográfico.