La Alhambra de Granada abre de forma excepcional el interior de la torre de la Vela
La Alhambra de Granada abre de forma excepcional el interior de la torre de la Vela, durante este mes de marzo, considerado uno de los símbolos más destacados del monumento nazarí.
En el interior de la torre de la Vela hay una vivienda que ocupa toda la superficie de la tercera planta y que tradicionalmente ha sido conocida como La Velera.
La planta de la Torre de la Vela mide 16 metros de lado y 26,80 metros de alto.
Con sus distintos toques castrenses de día y de noche, la campana de la Vela ha determinado la vida de Granada y su entorno y, por su regularidad, hasta época muy reciente ha servido a los agricultores de la Vega para repartir los turnos de riego.
También se hacía sonar en ocasiones señaladas como alarma por incendios, rebeliones populares o duelos por fallecimientos de la realeza.
Tras la conquista cristiana, la Alcazaba quedó en manos de la administración militar y estas estancias pasaron a ser residencia de la persona encargada de realizar los toques, de carácter castrense, de la campana de la torre de la Vela.
Los caballeros mutilados, militares heridos de guerra, eran los encomendados, por orden del Gobernador, para efectuar los diferentes toques que durante siglos marcaron la vida ordinaria de la ciudad de Granada.
Encarnación La Velera, viuda del militar que ocupaba este puesto, fue la última que habitó en la torre hasta mediados del siglo veinte, momento en el que la Alhambra pasó de ser una administración militar a una administración cultural.
Todos los martes, miércoles, jueves y domingos, se podrá acceder a este espacio con la entrada Alhambra General y Alhambra Jardines
A lo largo del año, la campana de la torre de la Vela repica con motivo de conmemoraciones como el 02 de enero, día de la Toma de Granada, el 07 de octubre, día de la Hispanidad, o en Semana Santa, durante la procesión por la ciudad de la Cofradía de Santa María de la Alhambra.
Según el Patronato, el mantenimiento de esta tradición ha permitido la continuidad de uno de los valores intangibles del monumento y ha contribuido a enriquecer parte del patrimonio cultural que conforma el conjunto de la Alhambra.