Decía Federico García Lorca que “De Granada, no se puede escapar, que solo se puede salir de ella por el cielo”, y anoche esas palabras cobraron vida en el concierto de Los Planetas desde el primer acorde.
Bajo el cielo de Granada, Los Planetas abrieron la noche con ‘De Viaje’, transportándonos por “galaxias infinitas hacia el sol” creando, como solamente ellos saben hacerlo, un puente desde lo terrenal hacia lo celestial.
A continuación y después de haber hecho disfrutar a la multitud que se aglomeraba en la Plaza de Toros de Granada, a escapar yéndose “De Viaje”, de este mundo , de la realidad y la rutina cotidiana que nos acecha cada día, se hizo un breve silencio y entonces comenzó a sonar aquel agonizante: “¿Qué puedo hacer si después de tanto tiempo no te dejo de querer”?, y entonces despegamos todos del Universo Cósmico en el que no encontrábamos para irnos al “Amador, por si apareces”, aunque parece ser que “ella nunca apareció” no se sabe todavía si fruto del azar o la causalidad, sí porque no quiso o quizás nunca lo supo.
Aunque en realidad da igual o nunca llego a ser agravio importante que ella o él no apareciese, pues esa ausencia se sustituyó rápidamente por una multitud que cantó al unísono, como si se tratase de una confabulación, comenzó todo el público a bailar ,reír, sin condiciones, como si cada persona compartiera un mismo anhelo, una misma nostalgia de tomarse esa caña en soledad, esperando en el bar “Amador”.
Lo bueno de Granada es que al final alguien seguro que acaba apareciendo, quizás no ese amor idílico por el que Jota suspiraba, pero sí tu amigo granaíno y “malafollá” de toda la vida que te suelta un “ ¡Ofú, no le des tantas vueltas que no es pa’ tanto!”, al mismo tiempo que te abraza con la mirada, y lo que iba a ser una caña a solas, acaban siendo varias o muchas en compañía.
Y así, la ciudad de Granada pudo anoche disfrutar de nuevo del “Super 8” , al que vio nacer en el año 1994, y que se convertiría en un referente del noise-pop y el indie rock en España, con sus melodías, distorsiones y letras cargadas de un gran magnetismo emocional. Un álbum que, a pesar del tiempo, sigue siendo eléctrico, revelador, y capaz de transportar a los oyentes a una época donde la música no solamente era un lugar de expresión personal, de introspección profunda, sino también de resistencia y sincronía entre los granaínos.
La noche de ayer quedará grabada en la memoria para muchos, pero sobre todo para los que formamos parte de la “Generación Planetas”, y de haber vivido y en cierto modo formado parte de algo único y mágico.
Así, “Super 8” nos recuerda que aunque de Granada “no se puede escapar”, en ocasiones sí se puede orbitar hacia las estrellas.
Texto: Paola Plazas Pereira
Foto: Doctor Music