Desde 1902, Bodegas Mazón es sinónimo de calidad. Primero, como almacén de vinos y vermouth y, desde los años 80, como bodega restaurante y museo del vino, siendo los primeros en Cantabria en ofrecer raciones y cazuelitas.
Sus paredes rezuman historia y sus enormes y antiguas barricas nos trasladan a la época en que Puertochico era cuna de pescadores, convirtiéndose con el paso de los años en la zona más viva, castiza y selecta de Santander.
Su cocina es casera y está elaborada con ingredientes traídos de allí donde les viene la fama: pimentón de La Vera, jamón de Los Pedroches, cecina de León, carnes de Liébana, cordero de raza Churra, Café de Nicaragua, 100% Arábica (en colaboración con Comercio Justo), aceite de oliva virgen de primera extracción en frío,… La buena mano en la cocina combinada con estos ingredientes de primera da como resultado una carta exquisita.
El amplio local permite comer o cenar de plato, de raciones o incluso de picoteo en la barra, siempre con el obsequio de una tapita o un caldo los días más fríos.
En cuanto a las especialidades, podemos hablar de sus carnes y pescados, de las albóndigas de bonito, las berenjenas rellenas de marisco, las anchoas, así como de platos por encargo como es la olla ferroviaria, el arroz caldoso o la marmita.
Un sinfín de platos que culminarán siempre con postres caseros como es la tarta de la abuela, de queso o la leche frita. Todo ello regado con los mejores caldos, como no podía ser de otra manera en una bodega con tanta solera: la carta de Riojas, Riberas del Duero, Albariños, Ruedas, etc., se enriquece con los Olorosos, Palo Cortado, Manzanilla….