En la famosa Praza da Quintana, a espaldas de la catedral, es donde se encuentra el Cre-Cotte situado justo en el primer piso de la Casa da Conga (siglo XVIII), que destaca por sus monumentales chimeneas.
Empezó en Madrid siendo los primeros en importar los crepes franceses hace ahora 20 años. Viendo el éxito obtenido se expandieron a Galicia abriendo locales muy acogedores en zonas céntricas y emblemáticas de Santiago, Vigo y Pontevedra.