En el año 1990 el Ayuntamiento de Granada adquirió la propiedad del Cuarto Real de Santo Domingo, monumento de excepcional interés declarado Bien de Interés Cultural en 1919. Tras la compra, el Ayuntamiento entró en contacto con la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, con el fin de que dirigiera los estudios conducentes a la restauración y puesta en valor de esta joya del arte nazarí. A lo largo de estos años se han firmado dos convenios de colaboración que han dado como fruto final la restauración de la qubba, ultimada en febrero de 2004.
El Cuarto Real de Santo Domingo es un monumento de excepcional interés artístico, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1919, propiedad del Ayuntamiento de Granada desde 1990. Está ubicado en la Plaza de los Campos núm 6, en el ángulo que conforma la plaza con la Cuesta de Aixa, en pleno corazón del actual barrio de El Realejo.
Fue un hermoso palacio nazarí construido durante el reinado de Muhammad II (1273-1302) sobre uno de los torreones de la muralla del barrio de Alfareros. Situado entre almunias (huertas o fincas) reales, perteneció a la Huerta Grande de la Almanjarra, siendo el único testimonio de almunia real que se ha conservado intramuros a la antigua ciudad nazarí. La relevancia de este palacio reside en su condición de construcción pre-alhámbrica, es decir, en ser el antecedente directo de las soluciones arquitectónicas y decorativas plasmadas en los palacios de la Alhambra.
Del palacio o residencia real tan solo se conserva el torreón adosado a la muralla, cuyo interior encierra una qubba o salón de recepciones. Esta qubba estuvo precedida por un portico de entrada de cinco arcos y con un pabellon a cada lado y una alberca. A continuación se disponia una alberca octogonal sobre un jardin de planta rectangular con anden central. Todo esto conformó el nucleo dedicado al aparato regio y ceremonial. A finales del siglo XIX todo esto fue demolido para construir el actual palacete decimononico. La torre con su qubba quedó inserta como salon principal en el interior de dicha residencia. Los restos del jardín nazarí se encuentran bajo los actuales jardines, dispuestos en forma análoga a como debieron estar en el siglo XIX.
El edificio que actualmente cobija la Qubba dispone de una Sala de Exposiciones y otra de Usos Múltiples que convierten al Monumento nazarí en un espacio cultural donde disfrutar durante todo el año de una programación de actividades de lo más variada y polivalente.