La inspiración de este restaurante tiene como fundamento la tradición mediterránea, apostando por la fusión de una cocina de mercado, con ligeros toques contemporáneos.
Un ambiente cosmopolita y bohemio caracteriza el interiorismo, creando espacios cálidos y acogedores que en ocasiones nos recuerda con nostalgia la decadencia de las ciudades mediterráneas.
Todo ello lo han convertido en poco tiempo en uno de los establecimientos de referencia del centro de Zaragoza.