Cuando Coro, David y Conra pasaron olímpicamente de la crisis y se embarcaron en esta aventura, decidieron ponerle de nombre La Quimera, y lo que era un posible se convirtió en una buena apuesta.
Con mucho esmero, simpatía y laboriosidad, abren de lunes a sábado, desde el punto de la mañana y hasta que la autoridad ordena que hay que dejar la noche para la golfería.
Su barra, surtida de mil y una tapas exquisitas, con una excelente selección de vinos y cervezas, es perfecta para comer un bocata o un plato del día, llevarse algo rico a casa, o encargar un catering para quedar como un rey.