Sandra y su equipo hacen de Mandrágora Café un lugar a visitar y que casi siempre está lleno.
Los culpables: sus desayunos, con unas tostadas que merece la pena probar, sus tortillas variadas de patata, vinagritos, pinchos variados y un gran servicio.
Si eres goloso, cae en la tentación y prueba las tartas caseras.