La Soleá, una emblemática peña flamenca con una larga historia en Palma del Río (Córdoba), ha sabido trascender a lo largo de generaciones adaptándose a los nuevos tiempos sin perder su esencia y manteniendo vivos los platos tradicionales que la caracterizan. En el corazón de su cocina, reside la clave de su éxito: la utilización de materias primas de la más alta calidad y la adaptación de los puntos de cocción para satisfacer los gustos contemporáneos.
Platos en la Peña Flamenca La Soleá
Carlos Pozo, el talentoso cocinero al mando del restaurante, honra las raíces más profundas de la tradición culinaria en perfecta armonía con el espacio. Al entrar en La Soleá, los comensales son acogidos por un ambiente costumbrista, con un imponente portalón de madera antigua, mesas hechas de toneles reciclados, una cálida chimenea y paredes decoradas con imágenes de leyendas del flamenco como Caracol, Mairena, Fosforito, entre otros. Durante tu visita, no es raro que alguien se arranque a cantar en cualquier momento.
La carta de La Soleá es una deliciosa muestra de su cocina auténtica. Entre los manjares que se pueden degustar se encuentran las exquisitas anchoas en tosta, los riñones al Jerez servidos en cazuelas de barro, y los sabrosos callos con manitas de cerdo con sus matices de clavo, comino, pimentón y vino.
Cada plato en La Soleá es una obra maestra culinaria, concebida con pasión y respeto por las tradiciones que hacen de este lugar un verdadero tesoro gastronómico en Palma del Río. La combinación de la buena comida y la inmersión en la rica cultura flamenca hacen que una visita a La Soleá sea una experiencia memorable, donde los sabores, los aromas y la música se entrelazan para transportarte a la esencia misma de la tradición andaluza.