Para disfrutar del ritmo y del sabor que Santiago sabe sacarle al ‘Tiempo’, y que tan sabiamente supo describir Michel Ende en su cuento de Momo, acércate al Pub Momo, una calle llena de rincones por los que no pasa el tiempo.
A lo largo de sus 25 años de historia, el pub fue creciendo y cambiando lentamente. En el verano, su jardín es único en la ciudad vieja, con vistas inéditas, romántico, acogedor…
Música variada, especialidades diversas: caipirinhas, mojitos, daiquiris… y además invitan a la tercera copa por persona.
Cuatro ambientes diferentes en un mismo local, en la calle Virxe da Cerca, frente al mercado de Abastos.