El Teatro Calderón de Motril fue declarado Bien de Interés cultural en 2005.
Desde su inauguración en 181 ha tenido un papel preponderante en la cultura de la ciudad de Motril acogiendo representaciones de las mejores compañías nacionales y siendo escenario de los actos culturales más señalados de la ciudad. Asimismo, constituye la culminación de una tradición teatral que en Motril arranca desde el año 1634 en el que se construyó la Real Casa de Comedias que en 1639 recibió privilegio real de manos de Felipe IV.
Está situado en la Plaza de España y su estructura presenta forma trapezoidal, alzado en tres plantas e interior dividido en cuatro zonas: crujía de la fachada principal, zona de espectadores o sala, caja de escena y crujía norte.
Los principales elementos de valor artístico se concentran en la sala, donde destacan las columnillas de fundición de los palcos y el anfiteatro, las pilastras corintias del proscenio y, sobre todo, las pinturas al temple sobre lienzos adheridos a la cubierta.
Estas obras, que siguen el gusto neoclásico, fueron realizadas el mismo año de la apertura del teatro y se atribuyen al pintor granadino Francisco Muros.La fachada principal sigue los cánones de la arquitectura residencial del siglo XIX, aunque también recuerda a los exteriores de las fábricas azucareras coetáneas, modelos de construcción muy arraigados en Motril.
La construcción del Teatro Calderón se produjo en el contexto del auge económico de Motril de finales del siglo XIX, gracias a la recuperación del cultivo de la caña de azúcar, la implantación de fábricas azucareras y la extensión del cultivo del algodón, lo que atrajo a comerciantes que se afincaron en la ciudad y dieron lugar a la aparición de una alta burguesía que demandaba un espacio cultural digno de su posición.