Las innovaciones en la enseñanza de idiomas y la investigación han permitido desarrollar cursos y campamentos de inglés con un enfoque que nos servirá de inspiración para mantener en forma el inglés de los más pequeños aprovechando las vacaciones.
De esa investigación se desprende que es fundamental tratar temas que les resulten interesantes en cada etapa, y que los estudiantes necesitan hacer cosas mientras aprenden inglés:
Los más pequeños necesitan moverse, comunicarse o escribir, y es importante realizar varios cambios de enfoque a lo largo del día que les permitan concentrarse y sacarle el máximo partido a las clases. Además, hay que crear un ambiente de exploración para que los niños se diviertan y aprendan inglés de forma espontánea, mientras descubren el mundo que les rodea.
Según se adentran en la etapa de primaria, el enfoque va orientado al desarrollo de su confianza, pensamiento crítico, creatividad e imaginación, su sentimiento de civismo o la resolución de problemas.
Y para secundaria, el programa hace que los jóvenes consoliden sus habilidades comunicativas en inglés y su capacidad de liderazgo para que puedan desenvolverse con soltura y seguridad en un futuro laboral y académico global. En concreto, desarrollan la capacidad de colaboración, comunicación o el pensamiento crítico, y así serán capaces de mejorar su nivel, de adquirir fluidez y de expresar su opinión en inglés sin miedo a equivocarse.