La planta baja de la sede que el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología en Alcobendas, que abrió al público el 12 de diciembre de 2014, combina, en sus 1500 metros cuadrados, una parte de elementos museográficos permanentes con otros interactivos. En la zona de su colección, se pueden contemplar piezas de microscopía, la técnica que permite ver cosas que el ojo humano no es capaz de apreciar; de precinema, con diversos juguetes ópticos que abordan los fenómenos relacionados con la percepción de las imágenes y su movimiento; de medicina, con aparatos utilizados por médicos y cirujanos hasta principios del siglo XX; de electrodomésticos del siglo XX, que permiten apreciar los cambios de diseños y la introducción de nuevos materiales como el plástico; de transporte, con ejemplos de diferentes vehículos y mejoras tecnológicas; y de innovación española, con el legado único de Mónico Sánchez Moreno.
En la primera planta, con otros tantos 1500 metros cuadrados, hay un área experimental y otra objetual que permite divulgar la colección del Museo y conocer su aplicación práctica gracias a los modelos interactivos. Así, en un gabinete científico del s. XIX, se exponen los instrumentos utilizados para la investigación y la enseñanza de las ciencias, divididas en diferentes secciones: Aire, Tierra, Percepción, Óptica, Matemáticas, Energía y Materia. El espacio se completará con un área de Astronomía que también incluirá instrumentos topográficos.