Alguien voló sobre el nido del cuco
Casualidades (?): se amontonan las propuestas pasadas antes por el audiovisual. Ahí siguen
El médico, dos excelentes musicales. Sin embargo –y a falta de ver
Intocables– los tediosos resultados de las otras tres piezas migradas de las pantallas a los escenarios y ahora mismo en cartelera (
Escenas de la vida conyugal) me hicieron acercarme con aprensión a esta larga (más de dos horas) versión de la novela de Ken Kesey que Milos Forman llevó al cine. Una golondrina no hace primavera, pero tres pesan lo suyo.
Se equivocaron las golondrinas. Quizá le falte garra, un punto de tensión sostenida. Quizá esté lastrada por el desequilibrio del elenco. Pero tiene puntos a favor: desde la excelente adaptación de Bielsky a la eficaz escenografía de Laura Lostalé, pasando, sobre todo, por las ganas que le echan los protagonistas. Esta historia es, entre otras cosas, una alegoría del pulso entre el poder y la libertad, entre la tribu y el individuo, y tanto el canalla de Alejandro Tous –que debe hacerse querer a medida que la función avanza– como la enfermera jefe / gran inquisidor de Sonia Castelo –que debe hacerse comprender– están bien centrados. Mención obligada para Jesús Vidal, que magnetiza la atención cada vez que abre la boca, y Niko Verona. Uno pasa un buen (mal) rato.
Fecha de publicación: 20/09/2019