La victoria de la ficción
En tanto gran película, lo nuevo de Darren Aronofsky, director de clásicos de hoy como Réquiem por un sueño (2000) y El luchador (2008), se resiste a interpretaciones obvias, inclusive la dada por su autor:
Madre! sería una fábula sobre nuestra influencia en el cambio climático… Lo cierto es que, tras el fiasco del sobrecogedor blockbuster bíblico
Noé (2014), Aronofsky apela en
Madre! a claves genéricas más prudentes, del drama y el thriller psicológico, estrategia seguida ya en
Cisne negro (2010): un escritor sin inspiración, y su mujer, que ha acondicionado el hogar de ambos con esmero para propiciar el trabajo de su pareja, ven interrumpida su paz por desconocidos… A partir de planteamientos archisabidos, Aronofsky brinda una de las pesadillas más convincentes jamás vistas en pantalla, un apólogo moral a contracorriente cincelado sobre imágenes abrumadoras, al filo del abismo, sostenidas en gran medida en
Javier Bardem y una excepcional
Jennifer Lawrence, que aborda la codicia humana, nuestra relación tortuosa con cuanto y quienes nos rodean, la ficción y la creatividad y su prostitución en nombre del like y las ideologías… Una obra mayor para tiempos encantados de ser menores.
Lo mejor:
Jennifer Lawrence, y el trabajo de cámara en torno a su personaje y su entorno
Lo peor:
La película se desafía a sí misma y, mucho más, al público